Últimos minutos en el Everest

Nimdige Sherpa con un retrato de Ang Kaji Sherpa, fallecido en la avalancha en el Everest. A su lado, su esposo Anckhu Sherpa

Nimdige Sherpa con un retrato de Ang Kaji Sherpa, fallecido en la avalancha en el Everest. A su lado, su esposo Anckhu Sherpa

Quizás sepas que me gusta la escalada. Alguna vez me la he pasado contándolo por ahí. Quizás no sepas de lo que estoy hablando. Al fin y al cabo eso no importa.

Mi sueño (como el de todo aquel amante de las montañas) es escalar el Everest algún día. Llegar a lo más alto (literalemente hablando) del mundo. Nepal me emociona de la misma manera que me emocionan sus montañas. Escalar un ochomil es un sueño que espero llevar a cabo en esta vida.

Pero no podría llevarlo a cabo nunca jamás sin el esfuerzo, trabajo y sacrificio de las poblaciones locales. Tanto sherpas en el valle del Khumbu (donde se encuentra el Everest) u otras poblaciones nepalesas en el resto del país.

Hace un mes un grupo de Sherpas que realizaban las instalaciones de pretemorada en el Everest murieron en una avalancha. Los doce montañistas estaban haciendo los preparativos en la montaña (intalaciones de cuerdas guía, escaleras de aluminio sobre las grietas y un largo etc…) para que a los clientes occidentales les sea mucho más fácil el intentar hacer cumbre. Una avalancha segó la vida de todos y dio por cerrada la temporada de escalada del Everest del año 2014.

Hay montañístas occidentales que están completamente devastados por la decisión de los sherpas de cerrar la temporada.  Han pagado a las agencias de montañísmo en Katmandú miles de Euros, desde los ocho mil hasta los cien mil, para hacerse un cupo en el grupo de gente que iba a intentar hacer cumbre este año. Han invertido una cantidad de tiempo y esfuerzo en el manejo de la logística de su expedición para llegar a Nepal y darse cuenta que la temporada de escalada al Everest había sido cerrada porque los sherpas no quieren subir a la montaña.

Si es que no eres Hillary o Messner  tus posibilidades de hacer cumbre solo, son más que nulas. Así que la amargura y la decepción de los occidentales está a flor de piel mientras se encuentra con el resentimiento de los sherpas que se sienten más que nunca tratados como burros de carga al ser presionados por las agencias de montañísmo (que los contratan) para que no cierren la temporada y que salgan a escalar.

Te dejo un vídeo del New York Times en el que se ven los últimos minutos del equipo de sherpas en la cascada de Khumbo en la base del Everest.

http://nyti.ms/1kSS62R

Un saludo.

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